En Roma, el Papa Francisco realizó la canonización de Don Artémides Zatti, convirtiéndolo así en el tercer santo argentino de la Iglesia Católica y el primero de esta región. La Gobernadora Arabela Carreras participó de esta histórica celebración en el Vaticano, quien además fue recibida por el Sumo Pontífice.
“Es un honor para nuestro pueblo que se le realice este reconocimiento a quien fuera inspiración de lucha por los que menos tienen”, recalcó la Gobernadora, quien llegó a Italia como parte de una comitiva integrada además por el Intendente de Viedma, Pedro Pesatti, autoridades de la Iglesia Católica y familiares de Zatti.
Artémides fue un farmacéutico y enfermero religioso salesiano que a principios del 1900 dedicó gran parte de su vida a la atención de las personas más vulnerables de Viedma, recorriendo cada rincón del pueblo en su bicicleta. Por esta razón, se lo conoce como el “Enfermero de los Pobres” o el “Enfermero Santo”.
Fue el Papa Juan Pablo II quien lo proclamó Beato de la Iglesia Católica, en abril del 2002. Se le atribuye un milagro ocurrido en 1980, cuando Carlos Bossio logró superar una grave septicemia de forma sorpresiva luego de elevarle una plegaria.
Carreras destacó la importancia de la canonización para la provincia y el país, y agradeció al Santo Padre de la Iglesia Católica por “recibirnos con tanto amor y por haber escuchado nuestro pedido de oración por la paz en Río Negro”.
También “conversamos sobre el cuidado del ambiente y le contamos sobre las estrategias que llevamos adelante para generar energías limpias, con todo su amor nos animó a no cesar en los esfuerzos para lograrlo”.
La Mandataria agradeció a la Embajadora Argentina en el Vaticano, María Fernanda Silva; al Obispo Esteban Laxague y al Padre Pedro Narambuena, quienes acompañaron cada minuto de la jornada.
En Viedma, la ceremonia se siguió en vivo con muchísima emoción por decenas de fieles, desde una pantalla gigante instalada en el Colegio Zatti.
Pesatti le entregó al Papa una carta y copias de manuscritos de Artémides Zatti
El intendente de Viedma mantuvo un encuentro con el Santo Padre previo a la canonización del enfermero viedmense.
Antes de la ceremonia en que fue santificado “el viedmense mas bueno”, Pesatti le entregó a Francisco una carta que expresaba: “Con enorme alegría le entrego, adjunto a la presente, copias certificadas del libro de actas del Círculo Católico de Obreros de Viedma, redactadas y escritas de puño y letra por nuestro vecino santo, Don Artémides Zatti”.
En la misiva, el jefe comunal expresa que los manuscritos son un “testimonio del vecino que sirvió a la vista de todos sin pretender nada, y que sus propios vecinos consideraron un santo por su obra construida con amor y vida y por la vida de todos”.
“También quiero dejar testimonio de gratitud en esta carta, en nombre propio y de mi comunidad, por la canonización de San Artémides Zatti, patrono de la ciudad de Viedma, junto a la Virgen de la Merced, según lo dispuesto por el obispo Esteban Laxague el 3 de octubre del corriente año”, continúa.
Pesatti cuenta luego algunos pasajes de experiencias familiares vinculadas a Zatti, y en particular un episodio en el que su padre -siendo paciente del enfermero-, se cura de tuberculosis a los catorce años, “antes de la invención de los antibióticos concebidos para curarla. Recibió la extremaución. Pero sanó”.
Finalmente, el intendente de la capital rionegrina pide al Santo Padre “una bendición a mi comunidad. Necesitamos toda la inspiración de Dios para nutrir las fuerzas de nuestro corazón y demoler los muros invisibles que hoy tanto nos separan, que buscan desintegrarnos como comunidad y como personas en un contexto donde reina la agresividad a cada instante”.
“Le pido su bendición para que Viedma, la tierra donde San Artémides Zatti construyó su obra, se realice en trabajo fraternal y en alegría”, concluye Pesatti.
