El bloque del Frente de Todos es ejemplo desde el inicio de la gestión de haber contenido a las distintas vertientes del peronismo y los diferentes partidos que conforman el Frente de Todos.
Por ello, consideramos que sumarse a una fuerza nacional, que integra este mismo espacio no da motivos para romper el bloque legislativo para crear uno nuevo, dejando sin representación a una parte de nuestros votantes e incumpliendo claramente con lo que marcan nuestro presidente Alberto Fernández, nuestra vicepresidenta, Cristina Kirchner y el propio Sergio Massa a nivel nacional, quienes enfáticamente priorizan la unidad y el proyecto común por sobre cualquier interés sectorial o personal.
Esta decisión, que no implica la creación de un interbloque, sino de una nueva bancada, no fue planteada en la reunión del sábado pasado, en la que los protagonistas de este hecho no comunicaron lo que aparentemente ya tenían resuelto.
La nuestra es una coalición política cuya razón de ser es el debate constante de ideas como herramienta para la construcción de la unidad. Unidad que hace poco más de un año nos llevó al triunfo electoral a nivel nacional.
En este sentido, todas las fuerzas políticas que integramos el Frente de Todos habitamos un mismo espacio, en igualdad de condiciones y con las mismas posibilidades de expresión en un marco de respeto, sosteniendo siempre nuestros objetivos en común.
Descubrimos ahora que tres compañeros no comparten ni los objetivos ni las ideas del Frente de Todos, aunque aún no conozcamos cuál es el proyecto político que los moviliza.
Se ha mencionado a la línea política que expresa el compañero Sergio Massa, algo que resulta aún más desconcertante. Sergio Massa es un consecuente intérprete de nuestra coalición, alguien que trabaja con sentido de unidad y consenso, y que no ha tenido ninguna actitud rupturista ni intención de debilitar el Frente de Todos.
Muestra de esto es que excepto en Río Negro, no existe en todo el país ningún otro caso en el que el Frente Renovador haya decidido abandonar y retirarse del Frente de Todos.
Por eso, nos preguntamos qué movilizó a los compañeros, a quienes siempre juzgamos personas inteligentes y comprometidas con el quehacer político, a tomar esta drástica determinación. El detonante, aseguran, fue el recambio de representantes en el Consejo de la Magistratura, una decisión que es arbitrio pleno del sano y democrático juego de las mayorías y minorías.
Pero hoy, la ruptura del bloque no es tibia ni inocente. No hay interbloque posible, no hay medias tintas, hay nuevo bloque con nuevo presidente que no está incluido en nuestro espacio político.
No sólo somos responsables de nuestros dichos y acciones. También de sus consecuencias. Y la decisión de dejar el bloque es funcional al oficialismo provincial que rápidamente los cobijó en una nueva estructura.
El Frente de Todos es un espacio de acción política que se nutre de debate y de propuestas; y cuánto mejor, si hablamos de propuestas superadoras.
Perón decía “primero la Patria, después el Movimiento, y por último los hombres”. Les deseamos a los compañeros que conserven la sabiduría, la voluntad y el temple necesarios para honrar esa consigna.