El Ministerio Público Fiscal solicitó hoy, en la jornada de alegatos del debate oral y público, que se declare culpable a un hombre que habría abusado de la hija de su pareja entre los años 2007 y 2012, cuando la niña era menor de 15 años de edad. La Defensa, en tanto, consideró que no pudieron probarse los hechos imputados y requirió su absolución.
El Fiscal Juan Pedro Puntel y la Adjunta Mariana Giammona conformaron la acusación y describieron hoy cómo, a partir de los testimonios brindados en la primer jornada del juicio, puede considerarse acreditado que los hechos existieron y que el hombre acusado fue autor de los mismos.
La calificación legal enrostrada es la de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su reiteración en el tiempo, por su entidad y por el aprovechamiento de la convivencia.
“El relato de la víctima fue preciso y claro en cuanto a los lugares, las fechas e incluso los horarios en que sucedieron los hechos; brindando incluso mayores precisiones de las que se pueden exigir a una víctima”, comenzó expresando Puntel. Los mismos fueron denunciados por la joven el año pasado.
El titular de la Unidad Fiscal de Delitos contra las personas agregó además que todas las situaciones relatadas “son similares en cuanto al tipo de abuso sexual, pero fueron efectuadas en distintas circunstancias y durante un amplio lapso de tiempo”, lo que da cuenta de lo crónico que fueron los hechos.
“El hombre intimidaba a la víctima para que no denuncie, a través de una estrategia desplegada para garantizar su impunidad”, explicó la Fiscalía, por ello valoró el testimonio brindado por la joven sólo cuando se sintió en condiciones de reconocer los hechos que el imputado había perpetrado en su contra, animándose a denunciarlos.
Además de los relatos de las hermanas de la víctima y de su actual pareja, la Fiscalía valoró especialmente el testimonio de la psiquiatra forense María del Mar Ruiz quien enfatizó en la verosimilitud y credibilidad del relato, destacando además que la joven presenta stress post trauma, el que relaciona directamente con los hechos denunciados que, agregó, le generaron un grave daño psicológico.
Giammona, al brindar argumentos para sostener la calificación legal mencionó entre otros elementos la presión que el hombre ejercía hacia la niña, ante quien cumplía un rol de padre, para que ella no cuente los hechos que estaba padeciendo y la intención y voluntad con lo que los mismos habrían sido perpetrados.
La defensa del imputado fue ejercida por al defensor oficial Pedro Vega quien, en primer término, adelantó que impugnará las decisiones del Tribunal de no admitir un nuevo testigo y de la imposición de la prisión preventiva domiciliaria dispuesta en contra del imputado en la jornada de ayer – cuando inició el debate- y que se extenderá hasta que se de a conocer el veredicto.
Luego de ello, en el marco de sus alegatos, brindó argumentos que a su entender pondrían en duda la verosimilitud del relato de la víctima valorando especialmente la falta de testigos ante hechos que habrían sucedido en viviendas particulares, durante un tiempo prolongado y en reiteradas ocasiones, según sostiene la acusación.
Además dijo que los restantes testigos son personas a quienes le contaron lo que sucedió sosteniendo incluso que uno de ellos no resultó creíble.
Por ello requirió al Tribunal, compuesto por los jueces Guillermo Bustamante, Ignacio Gandolfi y Daniela Zágari, que absuelva a su defendido o, de no coincidir con sus argumentos, analice su responsabilidad en el delito de abuso sexual simple agravado por la convivencia ya que, a su entender, los demás elementos de la calificación jurídica no fueron acreditados en debate.