El freno a la reactivación del país, que aún afronta las consecuencias económicas de la pandemia, la posible falta de crédito internacional para obras públicas en las provincias, y la pérdida de fuentes de financiamientos para las empresas, son algunas de las consecuencias que podrían surgir en caso que Argentina incumpliera con sus pagos al Fondo Monetario Internacional y no lograra un acuerdo sostenible en el tiempo, según detalló el Vicegobernador (y ex Ministro de Economía de Río Negro), Alejandro Palmieri.
Consideró, entrevistado en FM Visión de Lamarque, que “la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, es un tema muy sensible, que va más allá de los títulos de los principales diarios nacionales, donde pareciera que se trata de ganar una pulseada política o ideológica, o si le ganamos o no al FMI. Creo que es importante para todos los argentinos, que se logre un acuerdo, y que se cumpla”.
Reafirmando que las deudas son soberanas, detalló que “la deuda con el Fondo Monetario es un acuerdo o un contrato de préstamo, firmado por presidentes electos democráticamente, que se ha ido renegociando con los años y hay que honrarla. Sin ir más lejos, hay un vencimiento esta semana, de unos 700 millones de dólares, y otro de 400 la semana que viene”.
Palmieri, luego de reconocer que “es algo muy delicado defaultear o incumplir vencimientos”, recordó que “la última vez que Argentina lo hizo, fue en el gobierno de Néstor Kirchner en 2003, donde dejó de pagar y se atrasó tres días de un vencimiento, para forzar un acuerdo, y luego sí cancelar la deuda. Hoy, la situación es totalmente diferente. El no cumplir, o el no honrar una deuda con el Fondo Monetario, y sostener un atraso en el tiempo, implica para la Argentina el cierre de muchas puertas de financiamiento que, a la salida de la pandemia como la que estamos teniendo, es necesario para volver a ponernos de pié”.
Hizo notar el Vicegobernador que “hoy, en el mundo, no hay ningún país en incumplimiento con el Fondo Monetario. El último país que incumplió, y ya canceló, fue Sudán, un país africano muy pobre, que canceló durante el 2021”.
En cuanto a las consecuencias más notorias para las provincias, indicó que “no cumplir implicaría también tener restricciones para acceder a créditos BID, a créditos del Banco Mundial, que tal vez nos suene un poco más cercano, porque muchas de las obras grandes de infraestructura que hacen las provincias -o la Nación-, están financiadas por esos bancos. También para privados, porque las grandes empresas necesitan acceder a financiamiento para exportar o para importar. Estar en el Veraz del mundo, por incumplir nuestras obligaciones como país, y no tener acceso a ninguna fuente de financiamiento, nos complicaría de manera seria”.
Expresó además: “Supongo que los esfuerzos del gobierno nacional, del Ministerio de Economía, de todos, están puestos en lograr el mejor acuerdo, para honrar los compromisos, conseguir la mejor refinanciación hacia futuro, pero minimizando el impacto de un ajuste en la economía de los argentinos.”
Por último, Palmieri aclaró que “además de las cuestiones técnicas, no vamos a negar que también juega la existencia de un componente ideológico, en donde no pagar pareciera un triunfo político. Personalmente creo que en Argentina hoy no podemos darnos el lujo de romper con los organismos internacionales. Los que abrazan la ideología de romper con el FMI, tendrán en la memoria el no pago de Néstor Kirchner del 2003. Ese día, ya había una negociacion previa avanzada y el acuerdo estaba casi cerrado. Además, estaban los recursos para pagar. Por lo tanto, aquel incumplimiento de pocos días, fue más simbólico que otra cosa. Hoy la situación es distinta, y no asumir los compromisos traería consecuencias”.