El hombre que circulaba por una ruta urbana del Alto Valle fue condenado a indemnizar a toda la familia de un adolescente. El joven fue atropellado cuando cruzaba por esa zona y murió. Dos pericias demostraron que el coche superaba la velocidad máxima permitida que es de 60 kilómetros por hora.
La sentencia del fuero Civil de Cipolletti es de primera instancia y todavía no está firme porque puede ser apelada. La familia de la víctima fatal indicó que el adolescente de 13 años regresaba de una escuelita de fútbol. Para volver a su casa, indefectiblemente, tenía que cruzar la ruta. No se consignan mayores datos del lugar del hecho ni del monto de la indemnización para resguardar la identidad y la seguridad de la familia.
Surgió del expediente que el joven cruzó junto a un grupo de amigos. Dos de ellos alcanzaron a llegar a la banquina pero él fue atropellado por un Chevrolet Corsa. El incidente vial ocurrió en otoño, cerca de las ocho de la noche, por lo que había escasa visibilidad natural.
Durante el proceso se hicieron dos pericias: una concluyó que la velocidad del Corsa era de 76 kilómetros por hora y la otra arrojó una velocidad de 82 kilómetros por hora.
La sentencia sostuvo que el conductor incumplió la ley de Tránsito N° 24.449 en principio porque debía circular con cuidado y prevención conservando en todo momento el dominio efectivo de su vehículo. Además circulaba a más de 60 kilómetros por hora que es la velocidad máxima permitida en una ruta que atraviesa la zona urbana.
En el fuero penal el hombre fue condenado a la pena de dos años de ejecución condicional, más una inhabilitación de cinco años para conducir.
En el civil le atribuyeron el 70 por ciento de responsabilidad en el incidente vial. Se consideró que el propio peatón -a la postre víctima fatal- cruzó la ruta fuera de la zona de seguridad, repentinamente y sin constatar que podía hacerlo sin peligro. De todas formas, el conductor y su aseguradora deberán indemnizar a la familia del joven.