El almacenamiento de las fuentes de energía en dispositivos que garanticen rendimiento y durabilidad es una de las claves del hidrógeno verde, una de las opciones más novedosas para reducir la contaminación atmosférica. Es en eso en lo que trabaja la científica y tecnóloga Laura Baqué en el Centro Atómico Bariloche (CAB), como lo describió en el ciclo “Jueves de Hidrógeno”. (Foto archivo)
“Mi trabajo apunta a desarrollar materiales para celdas de combustible para dióxido de sodio y sobre todo para tratar de mejorar el rendimiento y la durabilidad, dos obstáculos para que estas celdas entren masivamente al mercado y tengan menor costo”, resumió Baqué.
Ingeniera Eléctrica y Doctora en Ciencias de la Ingeniería, la joven investigadora trabaja en el Departamento de Caracterización de Materiales e integra el Instituto de Nanociencia y Tecnología, de la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Conicet.
Fue invitada a participar de las charlas virtuales de los jueves, organizadas por la Secretaría de la Gobernación en el marco del programa Hidrógeno Verde, impulsado por la gobernadora Arabela Carreras.
La joven tecnóloga explicó que “las celdas de combustible funcionan como si fueran una batería a gas, también como las baterías de los celulares pero que no se agotan mientras se le suministren los gases que son los reactivos”.
“Eso le da más fiabilidad, tienen los beneficios de las baterías, en el sentido que no tienen partes móviles, que son silenciosas y una baja huella de carbono, y tienen la ventaja de los generadores eléctricos convencionales que trabajan en forma continua”, detalló.
Uso cotidiano
Aunque parezcan desarrollos del futuro, Baque señaló que las celdas de combustible ya tienen un uso cotidiano en el mundo.
“Estas celdas se están usando ahora, compañías como Google o Yahoo las utilizan en los servidores y así nosotros ya somos usuarios indirectos, ya forman parte de nuestra vida cotidiana”, afirmó.
Parte en laboratorios, parte en oficinas con computadoras, el trabajo de la investigadora es muy variado.
“A veces es experimental, como el que hacen los químicos, trabajamos en la síntesis de nuestros materiales. Además ahora estamos desarrollando un prototipo de nuestras celdas. Eso lleva una parte más de diseño, que se hace en computadoras y con simulaciones”, describió.
Destacó el aporte de difusión del programa Hidrógeno Verde de Río Negro al sector científico y tecnológico de la región, considerando que “es muy positivo y muy importante que existan este tipo de espacios, para poder discutir estas tecnologías y que se implementen”.
“También creo que es muy importante que los gobiernos participen de estos programas, porque muchas veces son los que hacen las acciones que impactan en la vida de la gente en forma rápida. Por eso es muy bueno que el gobierno de Río Negro haya generado este espacio”, sostuvo.