Dos preceptoras y cuatro alumnos fueron hospitalizados, la escuela evacuada y se suspendieron las clases por fallas en la calefacción.
La legisladora María Eugenia Martini se refirió a la situación de abandono del CET 2 de Bariloche, que esta semana debió ser nuevamente evacuado debido a las emanaciones de monóxido de carbono de calefactores en mal estado. Las falencias del edificio generaron reiteradas denuncias por parte de la comunidad educativa y un pedido de informes del Frente de Todos al Ministerio de Educación.
“Lo que ocurre es gravísimo, preocupa y asusta porque está en juego la integridad física de docentes y alumnos”, señaló la legisladora.
Martini recordó que “a mediados de mayo presentamos desde el bloque legislativo un pedido de informes pero no hubo soluciones, claramente vemos que la situación se agrava”
Aquella requisitoria al Ministerio de Educación de la provincia estuvo vinculada a la persistente denuncia de docentes, alumnos y personal del establecimiento debido a la presencia de roedores, falta de calefacción, materiales y herramientas, entre otros problemas que padecía y padece el Centro de Educación Técnica número 2.
Fundado en 1953, el CET 2, “Jorge Newbery” fue el único colegio industrial de Bariloche durante décadas y hasta hace pocos años atrás. Hoy víctima de la desidia y falta de mantenimiento por parte de las autoridades educativas se encuentra en una situación de zozobra, víctima de graves falencias, que no han recibido una solución integral.
Esta semana, desde la Dirección del colegio denunciaron que dos preceptoras y cuatro alumnos sufrieron descomposturas tras haber inhalado monóxido de carbono, producto del mal funcionamiento de los calefactores.
La circunstancia no es nueva. A comienzos de año, a poco del inicio de clases, el establecimiento debió ser evacuado y docentes atendidas de urgencia, afectadas por el monóxido de carbono, producto también de un calefactor defectuoso.
Según el informe de Bomberos el saldo de personas intoxicadas llegó a 15.
“Tenemos que ir evaluando con el tiempo, pero en principio serían 4 los chicos que se sintieron mareados”, además de “dos preceptoras que también habían sufrido intoxicación la vez anterior”, relató a la prensa Carina Ruiz, directora del establecimiento. Indicó que “sintieron menos síntomas; pero aunque personal de Salud dijo que no había riesgo grave, nos recomendaron estar atentos”.
“Las preceptoras avisaron que estaban sintiendo malestar en la garganta y estaban mareadas”, al igual que algunos estudiantes que “me habían dicho que estaban bien y después se empezaron a marear”, señaló la directora.
Entretanto se resolvió la suspensión de clases para lo que resta de la semana para que Camuzzi realice una inspección técnica.
“En pocos días se cumplen 5 años de la explosión en la escuela de Moreno, en Buenos Aires, que conmovió al país, y que fue la tragedia cúlmine provocada por la desidia de un Estado ausente”, apuntó Martini. “No se trata de ser alarmistas, se trata de tener presente que cuando esas tragedias no se previenen, pueden ocurrir”, agregó.
Meses atrás, la legisladora recorrió el edificio del CET 2 junto a docentes y alumnos del establecimiento, con la intención de relevar el estado de las instalaciones y elevar un pedido de informes desde el bloque legislativo que preside, a las autoridades del ministerio de Educación, ante la falta de respuestas y el constante reclamo de los padres.
“Lo que indigna es que no estamos hablando de gigantescas inversiones ni de obras faraónicas: hablamos de las condiciones más elementales que garanticen el cuidado de trabajadores y alumnos de un colegio. No es un problema presupuestario, es un problema de desidia”, señaló Martini.
