Para el Frente de Todos la nueva Ley de Emergencia económica, enviada esta semana por el Ejecutivo provincial a la Legislatura “es el reconocimiento del estado de quebranto en el que el ex gobernador Alberto Weretilneck dejó a la provincia”.
No obstante-aunque con fuertes críticas- el bloque opositor acompañó, “para ser responsables y dotar al gobierno provincial de las herramientas que necesita para salir de esta crisis”, el proyecto de Ley de Emergencia que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020, y que en los hechos implica la salida de Río Negro del Consenso Fiscal firmado por Mauricio Macri y el ex gobernador Alberto Weretilneck.
La norma busca beneficiar a los sectores productivos de Río Negro con la baja a cero del Impuesto a los Ingresos Brutos para la fruticultura (aún está vigente la Ley de emergencia para el sector) entre otros, aunque no para la actividad turística, otra de las principales fuentes de ingresos para la economía provincial.
De todos modos el aspecto central de la Ley aprobada este viernes en el recinto está puesto en la urgencia del gobierno provincial para afrontar la deuda pública -más de 33 mil millones de pesos a noviembre de este año-, disparada en forma exponencial durante la gestión de Alberto Weretilneck, que inició en 2012 con un monto global que no superaba los 5 mil millones.
El texto enviado por el Ejecutivo dispone en este sentido, “ceder en garantía y/o en pago de las obligaciones asumidas, de conformidad con lo establecido en la presente, los recursos que corresponden a la Provincia de acuerdo al Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos, según la Ley Nacional Nº 23.548 y sus modificatorias, regalías hidrocarburíferas, y regalías hidroeléctricas por hasta la suma que resulte de la estructuración de los servicios del financiamiento previsto anteriormente”.
En otras palabras, lo que la Ley dice es que los recursos devengados de las concesiones para la explotación de los bienes públicos naturales, ya no serán de libre disponibilidad para el financiamiento de las políticas públicas y tendrán en cambio como destino primordial el repago de las obligaciones del Estado provincial o la contratación de nueva deuda.
En otro de los párrafos se establece que, “mientras se mantenga la vigencia de la declaración de emergencia, el Poder Ejecutivo se encuentra facultado a renegociar el pago, total o parcialmente, mediante títulos públicos provinciales, de la deuda que el Estado provincial mantenga con sus proveedores al día 30 de noviembre de 2.019, brindando de este modo la posibilidad de que el mismo Estado provincial vaya cancelando su deuda interna”.
Algo que para la oposición constituye la aceptación de la imposibilidad del Estado provincial de hacer frente a sus compromisos, y la necesidad de “reperfilar” la deuda contraída.
El reconocimiento del “ahogo financiero” de la provincia es, resumió el legislador Nicolás Rochás, “la confirmación de que todo aquello que veníamos diciendo durante estos últimos cuatro años hoy termina siendo la triste realidad que padecimos y vivimos; que nos estábamos equivocados cuando decíamos que el camino signado por Macri y esta negra noche neoliberal que dejamos atrás en octubre, nos ha dejado como consecuencia una economía apagada, con salarios pauperizados, algo que cada uno de nosotros puede ver con solo abrir la heladera”.
Y agregó: “vamos a votar favorablemente esta confesión de la situación de emergencia, esta situación de crisis institucional a la cual se llegó no porque salió de un repollo, sino como consecuencia de las políticas de Estado que se llevaron adelante”.
En el tramo más duro de su discurso, Rochás afirmó que el ex gobernador Weretilneck y los legisladores de la anterior gestión fueron “cómplices que militaron por esas causas del gobierno nacional (de Mauricio Macri)”, y pidió que “asuman la responsabilidad por las políticas que ustedes han llevado adelante”.
“Teníamos razón, había emergencia”, rezaban los carteles que el bloque del Frente de Todos exhibió en cada una de sus bancas durante la sesión.
En la misma línea el legislador Luis Albrieu señaló que “El oficialismo en esta cámara convalidó las políticas de pobreza, de ajuste sobre los jubilados y sobre todos los rionegrinos”.
Reprochó que “Hoy reconocen la situación, algo que nosotros venimos diciendo desde hace cuatro años. Lo advertimos cuando el ex gobernador firmó el pacto fiscal. El tiempo nos dio la razón”, sostuvo.
Albrieu celebró “la valentía de la gobernadora en reconocer la situación en la que se encuentra la provincia; en reconocer que su antecesor no hizo bien las cosas”, y recordó que “no fue el gobierno nacional el que pidió la suspensión del pacto fiscal, sino las provincias que estaban ahogadas financieramente”.
“Vamos a acompañar (la declaración de emergencia)”, concluyó, “lo vamos a hacer por el bien de todos los rionegrinos”.
“Celebro que la gobernadora Arabela Carreras haya puesto el eje donde tenía que ponerlo”, inició su discurso la presidenta del bloque del Frente de Todos, María Eugenia Martini, para quien también “queda ahora develado todo lo que vinimos advirtiendo durante estos últimos cuatro años”.
“Aun partiendo de la disidencia”, dijo Martini, “la urgencia de la situación, dramática en Río Negro para amplios sectores sociales, y financieramente compleja para el gobierno provincial que es quien debe dar respuesta, nos pone en situación de adjudicarle a la señora gobernadora, Arabela Carreras, las mejores intenciones y acompañarla”, adelantó.
En referencia a la modificación introducida por el gobierno provincial al acuerdo Fiscal, Martini señaló: “considero que el hecho de que esta Legislatura se encuentre hoy, solo un año después de aprobarlo, planteando una nueva reforma al Consenso Fiscal, que además va en sentido político contrario al anterior, me exime de tener que demostrar que tuvimos razón entonces en oponernos”.
“Esta bancada lo ha venido advirtiendo durante los últimos años”, subrayó, “cada vez que el ex gobernador Weretilneck firmó, y esta Legislatura aprobó por mayoría, una a una las políticas impulsadas por el ex presidente Mauricio Macri, y que fueron el origen del desastre económico y social que hoy vivimos”, dijo Martini, “una dramática herencia a la cual el gobierno de Alberto Weretilneck ayudó activamente a consolidar”.