En San Carlos de Bariloche, la Dirección de Bosques de Río Negro, dependiente del Ministerio de Producción y Agroindustria, instaló en la Central Operativa del Splif una caldera que consume chips de residuos forestales. Se utilizará para calefaccionar y obtener agua caliente en un edificio de 800 metros cuadrados y con un costo de combustible de un tercio de lo que sale el GNC o gas domiciliario.
Se trata de una caldera diseñada por el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), integrado por las provincias de la región, que el Gobierno rionegrino proyecta a futuro impulsar para otras instituciones de la Provincia e incluso para uso domiciliario en barrios.
El director de Bosques de Río Negro, Fernando Salvare, está a cargo de la prueba de la caldera desde hace años en distintos lugares, indicó que desde principios de año está funcionando en el Splif en óptimas condiciones y que es el organismo ideal para testearla, porque tiene un edificio grande y además produce el combustible que usa.
“El Splif está consustanciado en el proyecto, porque tiene el conocimiento de la importancia y el costo de retirar residuos forestales de los bosques y forestaciones, para la prevención de incendios forestales. Además estos residuos se suelen quemar en el lugar o se chipea, y por ahora se lo desperdicia. Usado acá adquiere un alto valor energético”, explicó.
Agregó que el Splif lleva chipeadoras al lugar de donde se extrae el residuo y vuelve con la carga de chips para almacenar y usar en la caldera. Así hace funcionar el sistema de calefacción central con radiadores y el agua caliente de uso sanitario (en baños y cocinas).
Por su parte el subsecretario de Recursos Forestales, Fernando Arbat, agregó: “Estamos trabajando de manera interdisciplinaria y en línea con la propuesta de la Gobernadora Arabela Carreras, sobre las energías renovables, limpias, una provincia sustentable siempre pensando en el ambiente lo que se materializa en una mejor calidad de vida para todos los rionegrinos”.
Indicó que la caldera consume por día alrededor de un metro cúbico (o unos 200 kilos) de chips, y puede funcionar en forma automática las 24 horas, proveyendo agua a 60 o 70 grados para un sistema de calefacción central con radiadores, y agua a la temperatura que se desee.
“Es un sistema virtuoso, convierte en energía residuos que son un problema serio, reduce el gasto de calefacción, no tiene el gran impacto ambiental de los combustibles fósiles o el carbón mineral, y además de reducir el riesgo de incendios tiene otros beneficios, como evitar la quema en basural afectando a los vecinos o la erradicación de ratas”, explicó.
Uso doméstico
Salvare indicó que este sistema es muy difundido desde hace décadas a nivel doméstico en Europa, Estados Unidos y Canadá, donde requieren mucho combustible y planifican todo en base a energías sustentables.
“En esos lugares una caldera que usa chips es parte de la línea blanca de las casas, se compran como las cocinas y heladeras. En Argentina sólo se usan para generación de energía eléctrica en apenas dos plantas, que venden al Sistema Interconectado, pero se trata de un sistema no ideal, porque desperdicia calor”, sostuvo.
“Por eso avanzamos con esta caldera y es la primera vez que se instala en un lugar operático y se la usa para un fin que no es de estudio o científico”, dijo y agregó que en esos países “también son muy eficientes en gimnasios y piletas, e incluso sirven para calefaccionar barrios completos”.
Indicó que este uso que le da el Splif servirá para ganar experiencia para difundir el uso de estas calderas e ir generando un mercado propicio.